En los últimos años, el mercado chino se ha convertido para muchas bodegas ribereñas en el principal objetivo exportador. Y en él hay grandes especialistas: Lagar de Isilla, Valduero o Viña Pedrosa. Ésta última bodega está asentada en China desde hace casi diez años con una gran presencia en las ciudades chinas de mayor influencia como son Hong Kong, Guangzhou, Pekín y Shanghai.
Viña Pedrosa comparte el mismo objetivo que otra de las grandes bodegas de la Ribera, Valduero, que  tiene sus ojos puestos en China y también comenzó por Beijing y Shangai a dar a conocer sus productos vitivinícolas en este gran país. La estrategia es similar ya que lo más razonable, en las condiciones en las que está este mercado en el que los grandes vinos franceses se han convertido en referencia para los consumidores chinos, el cliente final al que dirigirse es el de clase alta, que ya tiene cierta cultura del vino de calidad y busca degustar vinos donde prima la excelencia, como es el caso de la Ribera del Duero, cuyo prestigio internacional actúa de salvoconducto para las mejores mesas del país. En ese sentido hay que destacar que Valduero recibió en 2012 el ‘Double Gold Medal’ en los China Wine Awards y otros 4 premios.
Valduero exporta el 51% de su producción vitivinícola y está presente, a través de acuerdos comerciales, en Reino Unido, Alemania, Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán, Países Árabes, Japón, EEUU, Canadá y Latinoamérica.
La cercanía con China distinguen a la bodega Lagar de Isilla, que viaja cada año para ampliar mercado, o a Bodegas San Gabriel, que exporta el 60 por ciento de su producción. «El mercado chino es una carrera de fondo en la que lo normal es desanimarse pero el que aguanta y se gana el cliente siempre encuentra la tierra prometida. Eso sí, el concepto ha cambiado, y lejos de ser algo inmediato como estábamos acostumbrados en España, sale cuando dice el cliente y cómo diga el cliente», explica el director de San Gabriel, Enrique García Agüera. Decididos a posicionar los vinos de la Denominación de Origen en dicho mercado, San Gabriel proyecta una central de compras en las que podrán participar todas las bodegas de Ribera que tengan capacidad de suministrar de una forma estable.

Fuente. Correo de Burgos