Una de historia: El queso en Castilla y León

La trashumancia contribuyó a que la industria láctea cobrase importancia ya que los pastores extremeños llevaban sus ganados a pastar a las montañas leonesas a través de la Ruta de la Plata. Gracias a ello, muchas localidades de esta región sufrieron un gran desarrollo en tiempos de La Mesta por la gran cantidad de transacciones que comenzaron a llevarse a cabo en los mercados leoneses.

Desde principios de siglo XX y hasta los años cincuenta, la actividad quesera afectaba a familias enteras, cuyos miembros se desplazaban durante el invierno y la primavera ofreciendo sus servicios por los pueblos de Valladolid, Palencia, Burgos…

Posteriormente muchas de estas familias se asentaron y montaron pequeñas instalaciones queseras que, con el tiempo, se transformaron en industrias de tamaños diversos.

Paralelamente, los gananderos de ovino se agruparon en cooperativas y pasaron a transformar la leche de sus explotaciones. Así, en menos de cuarenta años, desapareció la elaboración artesanal y trashumante para dar paso a una industria agroalimentaria potente.

Dada la antigüedad de este producto en Castilla y León, sus quesos no sólo destacan por su calidad sino por su tradición elaboradora ya que aún hoy se fabrican artesanalmente en todas las zonas rurales y montañosas

http://www.quesodeburgos.com

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