La empresa leonesa Valles del Esla es una de las pocas en España que comercializan auténtica carne de buey y no tratan al vacuno para que se asemeje a las características de ese producto. Así lo acredita un estudio elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha sometido a examen a la carne que se vende como buey y es en realidad de vaca. De las 10 muestras analizadas en establecimientos de Madrid, sólo 3 se correspondían con lo anunciado.
Según explican los técnicos de la OCU, lo que se vende como carne de buey son en realidad piezas procedentes de vacas lecheras, a las que se retira de la producción de leche, se ceba durante meses para que engrasen y luego se sacrifica. La carne es de buena calidad, pero no es de buey, y se vende a precios mucho más asequibles. «Carne de buey por menos de 20 euros el kilo nos debe generar desconfianza porque es muy probable que se trate de carne de vaca», concluyen los responsables del estudio. Entre las principales cualidades que diferencian ambos productos, destaca el color rojo mucho más intenso que caracteriza al buey, su sabor más fuerte y su textura más consistente. Además, según establece la normativa, sólo puede ser etiquetado como buey la carne procedente de macho castrado con más de 48 meses. «Esta castración provoca cambios hormonales que son los que confieren a la carne unas características netamente diferenciales», añaden desde la OCU. Por ello, recomiendan al consumidor prestar atención al etiquetado, que debe contener el número de referencia y lote, el origen de la carne, el tipo de animal, la denominación comercial de la pieza y el precio.
Fuente: Castilla y León Económica. Publicado el 23 de enero