La IGP del Lechazo de Castilla y León espera obtener, en un breve plazo de tiempo, vía libre a la ampliación de su zona geográfica y a la inclusión de una raza ovina más dentro de las amparadas por esta indicación, lo que supondrá pasar de unos 260.000 lechazos sacrificados en un año, a más de 570.000 que esperan sacar al mercado el próximo año. También duplicará, según sus previsiones, el número de ganaderías pertenecientes al consejo, que actualmente son cerca de un millar, según explicó el presidente de esta asociación. El futuro Consejo Regulador del Lechazo será el más grande de toda la región, porque incluirá a todas las provincias de la comunidad y dará cobertura a cuatro razas de ovino. Actualmente ya incluye lechazo de raza churra, castellana y hojalada, al las que se añadirá la assaf, una raza que ya tiene «mucho peso entre los ganaderos de Castilla y León».
Sanz reconoció que con los años, las tres asociaciones que forman parte de la IGP se han dado cuenta de la necesidad de ampliar su zona de influencia y añadir más ganaderías a la marca. «La raya la hicimos un poco aleatoriamente, luego se ha demostrado que hubo gente que se quedó fuera por circunstancias que en ese momento no contemplamos», admitió. El presidente de la IGP rechazó que la ampliación de la marca vaya a añadir confusión en el consumidor. Según explicó, además de distinguir los lechazos de estas cuatro razas con su marca de garantía, tienen previsto diferenciar cada una con una vitola de distinto color, «para que el consumidor tenga claro lo que quiere comprar». Los responsables de la IGP del Lechazo mantuvieron este martes una reunión con el presidente de la Diputación Provincial de Burgos, dentro de una ronda de visitas que están realizando a todos los responsables de las diputaciones de la región para explicarles los proyectos de la marca.
Noticia publicada en Elnortedecastilla.es